Para reinas nosotras

“Para reina yo, firmado Manolo” – RQTR (1995)

Con esta pintada se manifestaba RQTR hace años, coreando “La ley de extranjería para la reina Sofía”. En ese momento, igual que ahora, queremos denunciar la intromisión y la extrañeza que nos causan tanto la institución monárquica como las manifestaciones hechas por sus miembros, que están alejadas de nuestra realidad LGTBQ.

Esta institución, la Corona no nos representa. Pero nos agrede. No necesitamos saber sus opiniones sobre los derechos aprobados en una democracia representativa. No necesitamos saber sus opiniones sobre nuestras realidades, que no necesitan ni de su beneplácito ni de su reconocimiento.

Hagan el favor de ponerse al día y enterarse de qué va la gente de este estado español. Entérense de que estamos por la lucha y los derechos civiles. Que la sociedad civil y la gente nos preocupamos activamente poraquellas personas que todavía no están ni reconocidas ni tienen un acceso pleno a la ciudadanía. Queremos más derechos para transexuales, para prostitutas, para niños y niñas mariquitas, para las personas sin hogar, para las jóvenes precarias, para los y las seropositivas…, toda esa gente que ni se imaginan que existen porque no se ven desde el palacio.

No nos interesan sus opiniones. Mejor se las guardan.

Para reina, yo. Firmado Manolo (RQTR, 1995).

Contra el machismo y su violencia

El fenómeno de la violencia de género es de una magnitud escalofriante. Ante él, los hombres no podemos desviar la vista como si fuese una suma de “casos particulares” a los que somos ajenos. La violencia machista es una lacra social que sufren abrumadoramente las mujeres, y que se expresa también en la homofobia y la transfobia o en ataques contra algunos hombres cercanos a las mujeres agredidas o que tratan de impedir alguna agresión.

Los hombres somos responsables de este inmenso problema social. Tenemos que reaccionar mucho más y decir no. Nuestra reacción no puede esperar a que se produzcan situaciones extremas de violencia física. No podemos ignorar que, en un marco social patriarcal, los varones asumimos y desarrollamos, de forma consciente o inconsciente, prácticas cotidianas de coacción y discriminación de las mujeres. Hay que actuar mucho antes: Es urgente que todos los hombres identifiquemos y renunciemos de forma práctica y cotidiana a los privilegios de los que nos aprovechamos como si fuesen algo natural, pero que llanamente son abuso y caldo de cultivo para la violencia.

Las cifras indican tozudamente que los hombres seguimos desviando hacia las mujeres las tareas de cuidado y las responsabilidades de la vida cotidiana, doméstica y afectiva, de lo que deriva su discriminación laboral, una sobrecarga física y mental y la apropiación masculina de los espacios de decisión y poder. La igualdad en todo tipo de tareas y responsabilidades es condición necesaria para alcanzar la igualdad en el trabajo y la vida social. Los hombres tenemos que cambiar nuestras mentalidades, actitudes y conductas renunciando al silencio, al inmovilismo y a la resistencia pasiva que siguen produciendo desigualdad y dan aliento a la violencia machista.

Ese cambio es nuestra responsabilidad personal, pero también debe ser fomentado y favorecido socialmente. Por ello, apoyamos a las mujeres y a sus organizaciones cuando exigen a los poderes públicos acciones positivas y efectivas contra la desigualdad de género, iniciativas y leyes dotadas de los suficientes medios, dirigidas a lograr un reparto equitativo de todas las tareas y responsabilidades de la vida cotidiana, social, doméstica o laboral, a poner fin a toda situación de privilegio masculino, legal o de hecho, y a reconocer y garantizar plenamente el derecho de las mujeres a decidir, sin tutelajes ni coacciones, sobre su vida, sus afectos, su sexualidad y su maternidad.

Por todo ello, llamamos a todos los hombres (y, por supuesto, también a las mujeres) a participar en esta manifestación contra la violencia machista.

MANIFESTACIÓN CONTRA EL MACHISMO Y SU VIOLENCIA
Sábado, 25 de octubre, 19 horas
Atocha – Plaza Jacinto Benavente
Una asamblea de hombres contra la violencia machista